jueves, marzo 31, 2005

Pura nada hablaba solo

Me acuerdo que en la primaria mis compañeros se reían de mí porque alguien comenzó el rumor que yo hablaba solo en mi cuarto por las noches. Yo no les contestaba nada, era un niño fuerte, pero dudaba un montón, ¿por qué lo dicen?, ¿acaso sí lo haré?. No, no lo hacía, y me acuerdo que probé hacerlo, igual y ya decían que era muy mi costumbre. No tenía honor por perder. Pero no me gustó, nadie me contestaba y me daba temor que me escucharan hablándome. Me recuerdo asomándome por la ventana a ver si había alguien espiando, no fuera ser que me descubrieran hablando si todo era nomás una prueba, no era que hablara solo. ¿Hablar solo yo?, ¿a quién? si no hay nadie.

miércoles, marzo 30, 2005

La muy sana seminovedad sexual

Hay veces uno amanece filoso. Tu ineludible y exigente amigo está rebotándote entre los boxers pero el trasero siempre disponible de tu novia te tiene un poco harto. No es que ya no te guste, la morrita es la morrita y se le quiere, pero algo de variedad no cae nada mal, sobre todo variedad segura y sin problemas. ¿qué hacer, mis queridos lectores, en tales situaciones? La respuesta es muy sencilla: recurrir a los terrenos ya conocidos pero desde hace rato no visitados... Esto es algo a lo que yo le llamo la "seminovedad sexual".
Un hombre digamos "normal" (por favor no hagamos hincapié en lo que esto significa) siempre tiene su listado de exnovias con las que quedó de "compa", guarda bien sus teléfonos y hasta suele actualizarlos, les llama en sus cumpleaños o mínimo les manda un mail, es decir "se mantiene en contacto". ¿Y para qué?, ¿ para qué tanto gasto de energía en una mujer que ya nos dio tanto dolor de cabeza y a la que pocas veces se puede tener de amiga cercana sin que salgan reclamos recurrentemente y que encima no te presenta camaradas buenotas para actualizar tu lista de cojibles?: Es un buen backup, sencillamente eso. Porque además del montón de teorías psicológicas sobre la química sexual que se conserva entre exes pues la verdad es que es un terreno explorado al que ya sabes bien como accesar. Es como un juego de video que alguna vez fue tu preferido pero como ya lo pasaste todo te aburrió, pero eventualmente regresas a él pa entretenerte un rato sin mucho estress de poder perder porque no hay nada que perder. Entonces, mis queridos amigos, sólo les falta conocer el puente que hay que cruzar para regresar a dicho terreno conocido y listo, tú y tu brincolín amigo estarán invitados a la fiesta. He aquí que te enumero algunas instrucciones para lograrlo, esperando que te funcionen:

Paso 1
Buscar el acercamiento:
1.- Puedes intentar llamarle directamente por teléfono aunque ésta no es siempre la mejor opción porque la tipa puede estar "resentida y llorona" y se lo tomaría todo muy personal, cosa que no queremos porque nos puede cagar el palo con la morrita oficial y lo último que se busca son complicaciones.

2.- Es mejor andarse por las ramas, contactar inocentemente algún amigo en común y armar una fiesta para recordar viejos tiempos. Las buenas intenciones siempre resultan mejor.

Paso 2
Ser jovial y "natural":
Hay que ser siempre amenos y caballerosos y recordar, aunque sea difícil, cómo fuimos de buenos y atractivos para así repetirlo, con la diferencia que ahora ya tendremos menos margen de error: llevar a la reunión el tipo de cerveza o bebida que ella prefiere, las botanas que le gustan, los cds con "sus canciones", etc, y hacer uso de ellos como si fuera la primera vez.

Paso 3
El acercamiento gradual:
No es conveniente acercarse bruscamente sino de manera paulatina hasta quedar en el asiento enseguida de ella, y de la forma más natural comenzar a platicar, primero en grupo pero cuidando muy bien de enfatizar que lo que ella dice siempre es lo más gracioso, lo más inteligente y lo más sensual.

Ya cuando la plática fluya sin tanta incomodidad es el momento propicio para comenzar con los halagos y la charla persona-persona, he aquí algunos de los temas infalibles:
1.- "Qué bien te ves con ese color",
2.- "Estás igualita que cuando yo me enamoré de tí" (no usarlo si la vieja de plano ya engordó 30 kilos porque resultaría muy obvio),
3.- "Sigues oliendo a lo mismo, tu olor natural es delicioso",
4.- "Hace mucho no me la pasaba tan bien, deberíamos juntarnos más seguido",
5.- "Cómo ha estado tu mamá, siempre me acuerdo mucho de ella",
6.- "Has seguido -incluir aquí la actividad de ella que nunca te importó demasiado pero a ella sí, aquí caben deportes, coleccionar algo, alguna actividad artística, etc.-
8.- "La otra vez me encontré a fulanito (algún ex-pretendiente de ella, el menos looser por favor) y me confesó que todavía te seguía queriendo, y cómo no, si eres una gran mujer (o como tu digas, llámese "bien chila", "morra curada", "otra onda", etc.).


Paso 4
El acercamiento final:
Debes estar muy seguro de que la mujer ingiera suficiente alcohol o la droga de tu preferencia para hacer esto más sencillo. Cuando llegue el momento de que ambos (sobre todo ella) estén suficientemente "hi" ve haciendo la distancia física más corta:
1.- Rosa su mano al pasarle bebidas.
2.- Trata de fumar de su mismo cigarro (o si eres un adicto invítala a que se droguen juntos en un lugar apartado).
3.- Acompáñala al baño (grandes oportunidades iu iu iu).
4.- Arrímale la silla cuando se siente.
5.- Cuidala del frío.

y de las más importante:

6.- Muéstrate ligeramente celoso y muy protector.

Paso 5
Ofrécele raite o pídeselo (si es ella la que trae el carro)

Aquí empieza lo bueno. Es importante no empezar como uno quisiera hacerlo, es decir metiendo la mano en su trasero (puedes echarlo todo a perder después de tanta maroma, entonces te irás iracundo a tu cama pensando que hubiera sido mejor cojerte a tu novia y punto, serás un looser pues, para dejarnos de eufemismos), sino de la más cursi manera:

1.- Háblale de su bella mirada sin dejar de verla a los ojos.
2.- Acaricia su cabello y de ser posible suéltaselo.
3.- Agarra sus manos tímidamente.
4.- Habla de su hermosa sonrisa y MATANGAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.


¡HAZ LO TUYO!

Paso 6
La gloriosa huida.

Cuando termines de ponértela es muy importante no separarte de ella de imediato porque eso puede provocar su ira y es posible que te arme un escándalo y tu morrita se entere: abrázala un rato, nada te cuesta, pero paulatinamente ponte muy muy triste, de ser posible derrama unas lágrimas, y después confiésale que nunca habías engañado a tu novia, que eso es algo que no haces (o que ya no haces, si es que ella te agarró en algún chanchui cuando andaban) y que estás muy deprimido. Que necesitas pensar mucho y que no sabes cómo hacer para cortar con tu novia sin lastimarla, porque lastimarla es lo único que te retiene a su lado.

Ve a dejarla a su casa procurando hablar poco "porque estás bien triste" y despídela con un beso todo triste.

Al día siguiente, querido lector mío, te sentirás renovado y la ex de seguro no te molestará salvo dos o tres llamadas de las que fácilmente te puedes librar usando los mismos argumentos que en la huída. Estarás listo para regresar al conocido trasero de tu novia y seguir tu vida feliz.

Felices trazos.

domingo, marzo 20, 2005

¡Sí van morras buenas al pluma eh!

El pluma es un lugar sin ley, sí estimadas señoras lectoras mías. Si alguna vez su hija les dice: "mami voy al pluma, ahi vengo", entonces piense usted lo peor. Porque todas las niñas que vamos ahí lo hacemos porque no hay reglas a seguir, porque lo más prohibido es bienvenido, porque lo escandaloso aquí toma mero aspecto curiosón. Y mire señora mía que yo voy poco y siempre tengo una buena historia que contar al salir de ahí, historias donde el protagonismo casi siempre recae en el "curioso" comportamiento de una señorita dulce, que de proponérselo puede pasar inadvertida en los más decentes círculos sociales de esta entidad . Que no lo extrañe enterarse, señora querida, que algo suceda y la tan guardada información del pluma salga a la luz en el Imparcial para todos enterarnos de que su hija se besaba profundo beso con su mejor amiga enmedio de aplausos en segundo cuarto (donde no están estacionados los avioncitos en el techo sino los buques de mar con sus redes tendidas al aire). También puede enterarse de que su niña está ahi tranquilamente drogándose en el baño con sus amiguitas y amiguitos con cosas de moda como el cristal u otras más legendarías como la inofensiva marihuana. Trios inocentes, pleitos sangrientos, artistas socializando caguama en mano, exposiciones de libros (ea por Paco Luna que aunque fue la presentación de su libro no se desentendió de su obligación de ir a decir presente al pluma al terminar sus obligaciones de escritor), tamborileros y sus palomazos los jueves, homosexuales al borde del alcohol con la baba escurriendo en alguna de las mesas de plástico blancas. Cosas así de lindas son las que hacen al pluma el mejor lugar de Hermosillo. Por favor señora mía, evítenos la pena de negarle una buena impresión si decide usted entrar a buscar a su hija una noche de desesperación familiar.

jueves, marzo 17, 2005

Será cierto que la gente del pluma es decadente?

Realmente será tan inocente la gente del pluma?, ¿se engañan pensando que sí se divierten o realmente ríen de corazón y soy yo la que siento que todo es una ilusión cuando estoy ahí?. A lo mejor me río un montón y no lo noto. Aún así sé que adoro su gente decadente, parece tan "originales" y "contentos". Decadente, decadente, decadente, decadente es lo que pienso cuando entro a ese lugar y siento que parto plaza con una sonrisota, cuando me dirijo a él en el carro, cuando me maquillo para según yo lucir bien, para encontrar a alguien y agradarle, cuando me siento tan divertida al fumar mi gallo en el baño y ser sorprendida por pedidores de besos. Tanta gente sola e inconforme junta buscando a alguien que le diga: si tu eres tan único, tan artista y cuando pases esta crisis será tu amanecer al éxito, cuando pases esta crisis conocerás a la mujer de tu vida, cuando pases esta crisis se acabará tu preocupación por el dinero, cuando pases esta crisis se detendrá tu dolor, tu soledad, tu inconformismo.

Decadente.

(Del ant. part. act. de decaer; lat. decădens, -entis).
1. adj. Que decae.
2. adj. decaído.
3. adj. decadentista: Tendencia de algunos escritores y artistas de fines del XIX y principios del XX, que afirman su personalidad en la sociedad tratando temas artificiosos con afectado refinamiento.
4. adj. Que gusta de lo pasado de moda estéticamente.

martes, marzo 15, 2005

Chambelán engañado

Estaba yo muy sentada en mi salón en el receso, buscando mi dinero para ir por una torta de pan virginia, mayonesa, bolonia y lechuga, en tercer año de secundaria, cuando un compañero chaparro, con los colmillos afilados, moreno de pelo negro, abundante y parado, y una panza bien redonda (no quiero decir esa horrible descripción sobre él pero empieza con G-U-A…) entró para darme una invitación a su “QUINCIAÑERA”, sí si sí señores, esa fiesta que e hace para presentar a una mujer en sociedad , a la que fui con mis amigas que eran igual de ñoñas que yo.
Cabe mencionar que al mentado fulanito este se le quebraba la cadera de un modo qué “ashhh manita era tan peshrra toda eshlla” y pues yo me imaginaba llegar y encontrármelo con un vestido rosa con muchas crinolinas y un peinado alto, del brazo de un hombre bien kalote, vestido de cuero con un látigo haciendo show bondage en medio de la pista mientras tocaban el “vals de las mariposas” pero nada de esooo, cuando entré ya tenía como una hora de haber empezado la “quinceañera” llena de gente de toda la secundaria y pues pasé buscando algún vatito guapo para desfilarle por enfrente mil veces como toda nerd acostumbraba hacer en secundaria pero en vez de eso vi que el “quinceañero” me señaló con el dedo y toda su familia se dirigió hacia mí llevándome sola a la mesa principal, enfrente de un pastelote como de 6 pisos que en la parte de arriba tenía un ken todo guapo y varonil que representaba al festejado, -mijiiiiiiiiiiiiiiiiiiitaaaaaaaaaaaaaa, ya teníamos tantas ganas de conocerte, mi hijo nos ha hablado muy bien de ti, por qué te da pena ir a la casa, no seas así, los tiempos cambian y ahora no se ve mal que la novia vaya a la casa del novio, bla, bla, bla, bla…- Y entonces inmediatamente empezó el balsesito y me lleva la señora de la mano para que recorra toda la pista con su hijo y terminamos bailando el “vals de las mariposas” mientras la escuela entera se reía de mí, la nerd alta con el joto chaparro, bailando en su quinceañera, ¡vaya cuadro!.
Este escrito va para todas aquellas señoras que leen mi blog: Sí su hijo parece puñal señora, no albergue esperanzas, de seguro lo es y ya le han metido la riata mil veces y también se la ha comido hasta con ensalda césar. No se deje engañar con novias imaginarias y acepte que su hijo es tan joto como aquel del que usted misma se rio en la secundaria…-

sábado, marzo 12, 2005

La rubia de los ojos sin blanco

Apareció un día en su msn. Su foto le decía algo más aparte de que no era fea. No lo sé, quizá sus ojos casi negros, rasgados y mezquinos con tan poco espacio blanco en ellos, su sonrisa cuadrada y dura, su cabello forzado a dorado. Aún así, hasta cierto punto, le agradaba. Era amena y ligera, con su historial lésbico-trágico como todas las de su tipo, historias donde el dolor apasionado era más que suficiente para desgarrarse el apetito, adelgazar diez kilos y ensombrecer la mirada.
Se decidió a conocerla personalmente al día siguiente de contactarla por msn. Parecía tan natural como subirse a su carro a las siete de la tarde y dirigirse al sanborns, llegar con sus acostumbrados 25 minutos de retraso que denotan confianza en que la amistad superará en los otros el enojo por la espera que ella siempre provocaba. Tan confianza era que no cuidó en exceso su estilización como solía hacerlo siempre que quería impresionar a alguien en la primera cita, quizá porque no la veía como una cita.
La plática surgió amena y la rubia de los ojos sin blanco contó una gran parte de su vida, a cachos entre cada exhalación del humo de sus cigarros light que se sucedían a igual ritmo que las tazas de café rellenándose gratis sin cesar por un módico precio prefijado.
Pero nuestra impuntual mujer sintió como aquella facilidad de empezar esa relación era sinónimo de falta de encanto, ausencia de locura, harta monotonía y vacío que siempre prefería dejar de lado y volver a su soledad o a alguna otra cita tormentosa donde los nervios de punta y la falta de coordinación en la plática le dan una vida que supera cualquier armonía perfecta, ya tan odiada por el Chopin por ella admirado.
Qué figura tan esbelta y alargada, que sonrisa tan mesurada, ¿por qué esas uñas cuidadas?, ¿por qué ese pelo tan perfectamente recogido que parece de la dureza de un play mobil?, se preguntaba nuestra inconforme e impuntual amiga mientras exhalaba sonrisas y chistes que hacían reir a su rubia de los ojos sin blanco.
-Vámonos todos, vámonos ya- le dijo repentinamente una voz interior a otra más interior, y con un pretexto familiar se levantó del café prometiendo una próxima cita, demostrando un placer por conocerla tan inexistente y convincente que a la rubia de los ojos sin blanco se le rasgaron aún más los ojos por tanta que era su sonrisa.
Ya sola en el carro a nuestra impuntual amiga sólo le quedó prender su estereo y su gallo y ser tan feliz de no tener que hablar más en voz alta. El velocímetro subía a 140km/h entre cada alto de las pequeñas cuadras atravezadas para llegar a casa. -Qué bueno que ya nos fuimos- le dijo la voz más interior a la otra, -¿Sí verdad?, ahora ya te voy a poder poner completa atención a lo que me contabas en el café, ¿en qué se acabó el sueño que soñaste anoche?- le contestó la voz interior, y una sincera sonrisa se asomó de sus plácidos rostros.