jueves, abril 20, 2006

Vatito

Me gusta mucho la palabra "vatito". Mi amiga de la Uni, una fulana muy divertida, que tenía un cuerpo precioso y unas tetas que valían en aquel entonces más que un barril de petróleo en el 2050 tenía por cotidianas frases:

"Anoche me cojí un vatito nuevo", "un vatito de una verguita muy linda", "ni por todos los vatitos del mundo entiendo las ecuaciones de ningún grado", "a ver qué vatito mé pesco en la tocada para que nos de raite de regreso", "qué ganas le traigo a ese vatito", "alcabo que ni quería con el vatito X ese", etc.

La verdad siendo su amiga nunca faltaron los raites, las caguamas en las fiestas, los dogos gratis a las 4am en la uni, o los vatitos.

¡Quién pudiera ser vatito :(!

miércoles, marzo 29, 2006

Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida

"Mira José, entras por aquí, pasas por esta marca y haces como que te caes de pedo, aquí va estar Anel sentada llorando y tu le dices que todo va estar bién y en ese momento, cuando yo levante la mano (pero no vayas a voltear a verme porque estoy enseguida de la cámara y vas a pajarear, sólo "siente el movimiento") empiezas a hacer el play back de "Mi Vida" desde el principio pero te detienes en el parrafo dos y la tomas entre tus brazos besándola suavemente y cuidando de no darle la espalda a la cámara que va viajar en dolly por toda la habitación".

Imagínense interpretándo el papel de tí mismo, haciéndote el borracho imbécil en la escena 50 para luego rodar una hora después la escena 2 cuando eras 5 años más jóven e iniciabas tu exitosa carrera y finalmente la 120 cuando tu esposa te abandonó.

Mínimo ví esta película 3 o 4 veces en el canal 5 en domingo con mi mamá en el estudio mientras mi papá veía los partidos del américa en la sala acompañado de unas caguamas gritándole al árbitro furiosamente.
¿Cómo puede esto ser considerado normal y sano entretenimiento en una familia clasemediera? Ahora que miro en retrospectiva me es tan obvio que con semejantes fines de semana de entreteminimento el final desenlace fue un inevitable divorcio.

Hace unos años fui a ver un cortometraje al cine llamado "El submarino amarillo"en donde el antagonista era un imbécil que viajaba con su novia por carreteras poéticas de pastos dorados a los lados, siempre desiertas y con interminables lineas rectas muy al estilo "Idaho"mientras oía José José y tenía colgada la foto de su ídolo en el espejo retrovisor. El pobre infelíz fue finalmente (sé que nunca verán este cortometraje es por eso que me atrevo a contarlo todo) asesinado por su novia y la novia de ésta después de que la gachés del tipo la empuja a convertirse en lesbiana cuando conoce una dulce rubia en un antro durante dicho viaje. El director, que estaba presente durante la proyección, al final contó amargamente cómo había logrado que el cantante apareciera en su película saludándo a los novios mientras cantaba un playback a la orilla de la poética ruta pero al final la diva canceló su aparición porque recibió una oferta para cantar en un palenque en no sé que pueblo perdido de méxico en sustitución de Mijares que no se pudo presetentar por motivos "personales". Es una lástima haber perdido tal oportunidad de regresar a la pantalla grande.
20 años después mi mamá sigue viendo el mismo tipo de películas en el canal 5, mi papá sigue lléndole al américa , José José sigue siendo un alcohólico lastimero y yo suelo oir sus éxitos si la peda alcanza las 4 de la mañana, en lo que hago tiempo esperando que abran los tacos de papa.

viernes, diciembre 09, 2005

Mi valioso consejero

Mi hermano es un veinteañero flojo pero con delicioso estilo. Es la pereza mas refinada, acertada, intelectual y menos decadente que halla conocido jamás. Hace siempre lo que quiere y lo que hace a disgusto lo hace porque en ese momento le place hacerlo; es por eso que había decididio pedirle consejo acerca de mi situación que tanto me hace infeliz.

¡Quiero sus respuestas y hacer lo que yo sé me va recomentar hacer!

Yo que sin quererlo fui la peor de sus madres, en ausencia de la nuestra, sé muy bién qué exquisita recomendación me va dar.

¡Creo que yo soy la mas truculenta buscadora de consejos!

Más triste que ser truculenta es encontrarme a mí misma como esa adulta consciente que siempre me negué a ser y no atreverme a pedirle consejo jamás.

Qué ganas a veces de ser la prematura e ineficiente madre que a los 12 años fui de mi hermano: Madre y adolescente de un hijo que no cometí el error de concebir.

Qué soy entonces ahora que me he convertido en una treintona sin hijos y sin ganas de tenerlos?

lunes, noviembre 21, 2005

Irrevocable y definitivamente

Despues de haberme liberado, hace mas de una decada aunque de forma paulatina, del yugo del bien y el mal que me impuso mi educacion, he ido descubriendo con un deleite parecido a saborear chocolate andando pacheco, todas aquellos sentimientos y razonamientos antes ocultos en el fondo de mi, cubiertos de la mas horrible verguenza.

Puedo decir, sin dejar de lado ese cierto dejo de presuncion snob que siempre me acompania, que vagando bien agusto liberado del ejemplo de Jesucristo, entre otras nimiedades que me pesaban por aqui y por alla, he ido desarrollando una vision cada vez menos prejuiciosa de mi mismo ( "desverguenza" como lo llama sencillamente mi santa madre) y ahora, que estoy menos apenado de lo que antes pensaba eran pecados imperdonables, puedo contarles acerca de uno de ellos:

Soy reteracista.

Lo he descubierto poco a poco como un desprecio hacia cierto grupo de personas con caracteristicas fisicas (genetica) y/o de comportamiento(cultural) similares.
La verdad se siente bien rico sentirse superior, mirar como seres inferiores a otros humanos y puedo decirles que aun estando rodeada de gente de todo el mundo (horribles asiaticos cochinos y erraticos, negros engreidos y descerebrados, arabes soberbios y machistas, franceses quejumbrosos, argentinos pedantes y creidos, gringos paranoicos que se sienten duenios del planeta, sudamericanos subalimentados y poco educados, australianos de tres neuronas y acento extranio, suizos pedantes, brasilenios que solo han aprendido a mover el trasero, etc), el grupo que sigo considerando lo peor del planeta son, irrevocable y definitivamente los guachos.

Hay mucho que decir respecto a mi prejuiciosa y despectiva forma de catalogar a los diferentes habitantes del planeta y lo ire haciendo poco a poco porque, despues de tanta ausencia de mi parte, mis lectores no merecen ser mareados con tanta porqueria de un solo jalon.

Nunca confíes

Nunca confies en un hombre que:

1. Le guste Luis Miguel.
2. Tenga el cuello mas ancho que la cabeza.
3. Use la cintura de los pantalones cerca del ombligo.
4. Suela traer el burro metido.
5. Use los pantalones entallados o justos.
6. Se voltee a ver en el espejo cada vez que se tope con uno (sobre todo si se arregla el cabello).
7. Se lave la cara con algo diferente de jabon.
8. Se niegue a usar condón con una aceptable excusa.
9. Lo conozcas en el gimnasio a través de su propio reflejo en el espejo (sobre todo si descubres que se está mirando a sí mismo).
10. Siga pensando que Metállica es de lo mejor.

domingo, octubre 02, 2005

El romance

El vouyerismo es mi principal perversion. Anhelo en demasia un hombre hermoso solo para que tenga exito con las mujeres y me permita observarlo con ellas. Que bonito y romantico puede ser el amor...

sábado, octubre 01, 2005

Yo que sólo pedí un martillo y un arnés

Como mis dos, a veces tres lectores lo saben tengo una obsesión que ya necesita ayuda profesional acerca de la utilidad de las mujeres y sus erráticos comportamientos social e históricamente predeterminados.
El horrible día de hoy y ayer comandó mis acciones ese mi odiado lado oscuro que me inclina a seguir un comportamiento ilógico, irrisorio y no racional de bondad injustificada hacia el prójimo:
Llegose a mi trabajo en las alturas una mujer a mi parecer poco agraciada, aunque debo de estar radicalmente equivocado, puesto que le he encontrado varios seguidores, muchos más que los que el común de las hembras tienen (aunque hay que tomar en cuenta que es la vara de medición de los albañiles de la que estamos hablando).
Mi problema no es que le den trabajo sino que la pongan a mi cargo: princesa más inútil, lenta y poseedora de dos y media neuronas no podían haberme legado a mí, un simple albañil que sólo pidió un martillo y un arnés para amarrarse, si es que sobraba uno. Para mi desgracia las cosas nunca son tan fáciles y en vez de dejarme tranquilo en mis labores en el aire suspendido y solitario, me nombraron supervisor y entrenador de personal. A la princesa le dieron 3 días de prueba junto con otros tres mexicanos que llegaron bajo mi entrenamiento y yo, a la puta hora de que me preguntan si deben sacar a alguno que parezca que no va servir me quedé cobardemente callado, todavía mi jefe inquirió específicamente sobre la descerebrada esa, y yo sólo dije "mejor pruébela usted". Maldita conciencia me reclamaba de antemano dejar a un ser inútil y con bajas capacidades intelectuales y físicas sin alimento. Me amenazaba con la acumulación de un karma por cobrarse durante tres vidas posteriores.
¿Por qué no mejor se dedica vender su cuerpo en las calles o se casa y se llena de chamacos para que no la abandonen en vez de venir a chantajearme con unas nalgas que me provocan repulsión infinita?
Por favor quítenmela de encima porque tengo algo muy malo dentro de mí que me hace querer aniquilar esa especie pseudohumana, denigrada a los trucos y artilugios mas primitivos de seduccion barata.
¡Qué ganas de cortarle el cable del swing stage cuando esté sobre el treintavo piso! Eso si se atreve a subirse, porque esa prueba todavía no se la hacen y no parece en lo más mínimo ser una perra valiente.

Claro que creo en la pasión, pero eso no es lo que ella posee, no, no lo es y esta muy lejos de serlo.

miércoles, septiembre 21, 2005

La caja de caprichos

Las mujeres estamos llenas de "defectos" pero cuando somos objeto amatorio de un hombre éste pareciera no notarlos: los besos vienen y van por doquier, abrazos al por mayor, elogios y una vida entera dedicada.
Aún así en ocasiones sucede que la mujer se harta de tanta bondad pero no halla la forma de mandar a su ilusionado amante fuera de su vida principalmente por lo difícil que es abandonar la comodidad de estar instalada en su cariño: el hombre la lleva y la trae, le compra y la protege, la abraza cuando anda depresiva y hasta aprende a leer un poco el pensamiento (sólo en las cosas básicas, porque si realmente lo hiciera inmediatamente notaría el rechazo). Se convierte el "bendito" en una caja de caprichos.
Éste suele ser el inicio de una relación tormentosa.
La mujer comienza a hacer malas caras, le importan poco las citas, deja de "arreglarse" (ponerse tanto ornamento seductor), se vuelve poco afectuosa, deja de hacer gustosa los pequeños detalles que ella sabe hacen feliz a la gran caja de caprichos que posee y llama "su hombre" y, de los puntos mas importantes: deja de estar ansiosamente disponible para el sexo.

1. El hombre primero se dobla de extrañamiento.
2. Espera paciente que sea sólo una mala pasada del síndrome premenstrual.
3. Viene seguido un profundo dolor al constatar la sí existencia del rechazo.
4. Trata inútilmente de conquistarla con eso que a ella ya no le es suficiente: flores, chocolates, palabras dulces. Se desborda la caja de caprichos.
5. Comienzan las preguntas y faltan las respuestas.
6. Empieza la caja de caprichos a vaciarse de desilusión.
7. La mujer empieza a sentir el rigor. Sabe que tiene que ceder si no quiere perder toda su caja: el sexo es la mejor red y es la que menos cuesta esfuerzo.
8. El hombre piensa que la ha recuperado y vuelve a llenar la caja de caprichos.
9. La mujer vuelve a sentirse segura y reincide en sus anteriores comportamientos.
10. Se repiten sucesivas veces los puntos 5 al 9.
11. El hombre se vuelve hiriente cansado de tanto rechazo. La mujer se torna horrible a sus ojos y no se cansa de hacérselo saber de la peor forma que le es posible.
12. Se repiten y repiten del punto 6 al 11.

Las charlas ya no sirven más, para qué gastar el tiempo.
El adios es inminente pero a veces tarda mucho o nunca llega.
Así de crónico el yugo, así de fuerte.