viernes, abril 08, 2005

El ineludible llamado del techo II

Mientras bajaba las escaleras notó que la traía erecta, cosa rara, normamente no se le paraba cuando andaba tan erizo pero en esa extraña madrugada el calor, el mal olor por no haberse bañado, sequedad en la boca pero con pocas ganas de tragar nada, el cuerpo pastoso, la ropa tan sucia: todo tan mal que la situación llegó a completar el circuito completo y recomenzar en lo bueno.
-¿así cómo voy a consegir para un cincuenta?- se decía a sí mismo mientras trataba de arreglarse el cabello que de tan reseco parecía cubierto de canas, acto que dejó hipsofacto sacó su hiter: comenzó a toser inmediatamente dio la primera bocanada.
-No debo toser, es denigrante toser- se repetía una y otra vez mientras caminaba de prisa.

-ahorita que la tengo así debería llegar uno de esos que piden verme puñetearme.


Su ansiedad se calmó un poco pero él sabía muy bien que el monchis lo atormentaría aún más que el calor sobretodo por que ya se le había bajado totalmente lo cocinado: tenía que encontrar dinero pronto para su cincuenta y en su desesperación se gastó sus últimos 4 pesos comprando un foco en el oxxo.
Apunto de amanecer se sentó en la parada del camión de la Yañez y Veracruz esperando que alguien lo levantara. Sudaba, sudaba y el sol lo sorprendió desesperado. Un carro pasó por ahí bajando su velocidad y él se levantó a agarrase la verga en sugestivo amasamiento pero en vez de subirlo bajaron de un empujón a un hombre corpulento en minifalda que le cayó encima tumbando a ambos en el pavimento, de suerte que aún no estaba tan caliente como para quemarlos.


-Pinche Fundi, ya me rompiste mi foco-
-Otra vez comiste gallo, al menos pregúntame si estoy bien, maricona gacha...

Y ambas se abrazaron y se ayudaron a levantarse del piso.

-Joder, ya se me bajó esta madre.- digo agarrándose la entrepierna.
-Reinita, son las ocho de la mañana, ya no te va levantar nadie, yo te compro otro foco, vámonos antes que nos lleve la policía.
-Traes, saca?
-Pues no, ¿tú traes que no?
-Yo no, quería hacer una chamba para conseguir.


El Fundi se rió burlonamente ahora sí como hombre.


-Para burlarte sí eres muy macho verdad?, un día de estos te la voy a cortar con el filo de un foco para terminar de hacerte el favor cabrona.
-Vamos con el Licenciado Ventanas.
-Nel, con ese culero no.
-Ultimadamente tú eras la que querías, entonces me voy a mi casa- Contestó indiferente Fundi.

Una hora después la puerta eléctrica del garage se estaba cerrando y el licenciado ya los esperaba parado en su silla al otro lado de la ventana. Esta vez el hombre cuarentón, gordo y chaparro (pero con una vergota como el chiste de pepito) sólo pidió que La fundi se masturbara frente a él levantándose apenas su minifalda mientras se ponía rudamente al otro. El mete saca duró media hora, mucho tiempo para tan poca paga, pero finalmente después de guardársela en sus calzones blancos de elástico con una ralla azul, les aventó con dos bultitos, cerró la ventana y se fue sin decir palabra.

-Gordo de mierda.

-No te preocupes manita, todavía lo tienes flexible, ahorita con tres jaloncitos se te olvida- contestó la Fundi con su voz femenina.

-Vamos a prendernos aquí, no creo que salga- y ayudado por la fundi se elevó, quitó el foco que alumbraba el oscuro garage y lo rompió quitàndole la rosca cuidadosamente.

-No quiero irme contigo en minifalda pendejo, ¿no traes unos pantalones?

-Tan jota y tan pudorosa- Contestó con su voz de hombre la Fundi mientras se carcajeaba.

Salieron del lugar apenas el rush les explotó. Las calles de Hermosillo los sorprendieron con el sol agresivo pero la continua sudoración de lo cocinado poco valían, el camino a casa se les hizo corto, el hambre desapareció, la ansiedad cesó, la sensación de poder llegó. Subieron las escaleras de su departamento y él estaba tranquilo: el techo no reclamaba más, la suciedad no importaba, el calor no molestaba y las manchas de moho no decían nada más que sueños y canciones de adrenalina pura.

-Esto no tiene por qué acabar, esto no tiene por qué acabar- Pensaba mientras la sensación de extrema felicidad y autosuficiencia lo invadían por completo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

En la antiguedad fue la peste en la biblia llovieron ranas, el sida vino para quedarce, pero todo eso le viene guango al chingado foco, el mundo no sera mas ese lugar que creiamos conocer, nos va cargar la verga a toooooodos despidance de si mismos porque el foco esta aqui para terminar lo que dios no a podido

11:37 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Por lo visto tú ya te estas encargando de acabar con la ortografía.

3:25 p.m.  
Blogger qué acá está el deste... said...

Upsta, me dices a mi??? :(

8:14 a.m.  

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